¿Cómo puedo desarrollar un ministerio en la obra de Dios?
Si es para bendecir a la gente y ser obediente a Dios, entonces será mucho más fácil que descubras tu don dado por Él.
Primero hay que conocer el significado de lo que es un ministerio. El término hebreo msaret se refiere normalmente al servicio del templo. En el Nuevo Testamento, es diakonos, se refiere al servicio general, temporal o permanente, ya sea como obligación o por libre decisión. Jesucristo aparece entre sus discípulos como ho diakonon, “uno que sirve”. (Lucas 22:27) El problema de Marta era el exceso de diakonia. (Lucas 10:40)
En 1 Timoteo 3:1-13, vemos que hay requisitos para los que desean servir. Dice así: “Palabra fiel es esta: si alguno aspira al cargo de obispo, buena obra desea hacer”. Hay requisitos qué seguir tanto para hombres como para mujeres.
Seguramente, tú ya conoces el don (regalo, dádiva, presente) que Dios te ha dado por medio de su Espíritu Santo. Se puede decir que cuando hay algo que te agrada y te sientes cómodo haciéndolo; ese sería un buen principio para desarrollar un ministerio. Te aconsejo que te involucres en la visión de tu iglesia, en la cual puedes servir y desarrollar la obra que el Señor quiere que hagas a través de tu don. Si hay un don reconocido en tu vida, lo puedes usar, pero la Biblia nos enseña cuál es el propósito de ese don. En 1 Corintios 12: 12 dice: “…vosotros sois el Cuerpo de Cristo, y cada uno individualmente un miembro de él. Y en la Iglesia, Dios ha designado, apóstoles; profetas; maestros; pastores y evangelistas; luego, milagros; después, dones de sanidad; ayudas, administraciones, diversas clases de lenguas”. Pero si se hacen todas estas cosas sin amor, ha llegado a ser como metal que resuena o címbalo que retiñe. (1 Cor. 13:1,3) Si hago algo, cosa alguna, pero no tengo amor, de nada aprovecha.
¿Cuál es tu deseo de servir? ¿Cómo quieres usar el don? ¿Para qué o para quiénes serviría? Si tu respuesta es: “para bendecir a la gente y ser obediente a Dios”, entonces será mucho más fácil que descubras ese don o dones preciosos que Dios te ha dado. Hay un ministerio que podrías desarrollar, que estoy segura lo aprobaría tu pastor, y es el ministerio de la reconciliación. Según 2 Corintios 5:18-21, Dios nos ha mandado a hacer discípulos a todas las naciones y nos hace colaboradores con El. Dios te ha visto capaz y desea que seas obediente. Ama al prójimo como a ti mismo y serás de bendición para los demás.
En 1 Timoteo 3:1-13, vemos que hay requisitos para los que desean servir. Dice así: “Palabra fiel es esta: si alguno aspira al cargo de obispo, buena obra desea hacer”. Hay requisitos qué seguir tanto para hombres como para mujeres.
Seguramente, tú ya conoces el don (regalo, dádiva, presente) que Dios te ha dado por medio de su Espíritu Santo. Se puede decir que cuando hay algo que te agrada y te sientes cómodo haciéndolo; ese sería un buen principio para desarrollar un ministerio. Te aconsejo que te involucres en la visión de tu iglesia, en la cual puedes servir y desarrollar la obra que el Señor quiere que hagas a través de tu don. Si hay un don reconocido en tu vida, lo puedes usar, pero la Biblia nos enseña cuál es el propósito de ese don. En 1 Corintios 12: 12 dice: “…vosotros sois el Cuerpo de Cristo, y cada uno individualmente un miembro de él. Y en la Iglesia, Dios ha designado, apóstoles; profetas; maestros; pastores y evangelistas; luego, milagros; después, dones de sanidad; ayudas, administraciones, diversas clases de lenguas”. Pero si se hacen todas estas cosas sin amor, ha llegado a ser como metal que resuena o címbalo que retiñe. (1 Cor. 13:1,3) Si hago algo, cosa alguna, pero no tengo amor, de nada aprovecha.
¿Cuál es tu deseo de servir? ¿Cómo quieres usar el don? ¿Para qué o para quiénes serviría? Si tu respuesta es: “para bendecir a la gente y ser obediente a Dios”, entonces será mucho más fácil que descubras ese don o dones preciosos que Dios te ha dado. Hay un ministerio que podrías desarrollar, que estoy segura lo aprobaría tu pastor, y es el ministerio de la reconciliación. Según 2 Corintios 5:18-21, Dios nos ha mandado a hacer discípulos a todas las naciones y nos hace colaboradores con El. Dios te ha visto capaz y desea que seas obediente. Ama al prójimo como a ti mismo y serás de bendición para los demás.
Nenhum comentário:
Postar um comentário